La tradicional devoción de los Tercios Carlistas a la imagen de Ntra. Sra. de los Dolores se remonta a S.M.C. Don Carlos V (1833-1845) quien tenía el día 15 de septiembre, festividad de los Siete Dolores de la Santísima Virgen María, como primera gran celebración Carlista.
Nombrada Ntra. Sra. de los Dolores Generalísima de sus tropas, en 1.835, nombra igualmente Generalísimo al Real Estandarte de seda blanca sobre la que se halla bordada la imagen de la Virgen de los Dolores, con la inscripción alrededor de “Generalísima del Ejército de Carlos V”, con cuatro flores de Lis de oro en los ángulos y el reverso de terciopelo grana con el Escudo de Armas Reales de España en el centro y otras cuatro flores de Lis de oro a su alrededor.
Desde entonces dicho estandarte y la devoción a Nuestra Señora de los Dolores han sido el santo y seña de los ejércitos carlistas, distinguiéndose todos los Tercios Requetés por su profunda tradición monárquica y su devoción a la Virgen de los Dolores como Generalísima de todos sus ejércitos. Estas dos profundas convicciones Requetés son las que llevan a los fundadores de esta Real Cofradía a darle el nombre de “Real Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores”
Con estos antecedentes, el Viernes de Dolores del año 1.937, el Tercio de Requetés Isabel la Católica celebra la Santa Misa en el Palacio de los Tello, residencia de la ilustre y distinguida familia Gómez de las Cortinas, en la que, presidiendo la capilla, se veneraba y una bella y emotiva imagen de la Virgen de los Dolores. Dicha celebración fue oficiada por Monseñor Arcoya, Cura-Párroco de la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias. Terminado el Sacrificio, el señor Rubio Moscoso, como Jefe del Tercio y en nombre de éste, hace voto solemne de constituir una cofradía de penitencia, cuando llegase la Paz a nuestra Patria y desfilar procesionalmente a la Virgen de los Dolores por las calles de Granada.
El 12 de Diciembre de 1.939 se solicitó la constitución como cofradía, con el nombre de “Real Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores”, por mediación del Cura-Párroco de la iglesia de Santa María Magdalena, siendo aprobados sus reglamentos con fecha 10 de Marzo de 1.940, por el Arzobispo de Granada, que por entonces era el Cardenal Parrado, siendo refrendados dichos reglamentos por el Gobernador Civil D. Antonio Gallego Burín.
Este mismo año de 1.940, el Lunes Santo, hace su primera salida procesional, desde la iglesia parroquial de santa María Magdalena, encuadrada en la Federación de Cofradías de Semana Santa, presentando a los fieles granadinos a la Santísima Virgen Dolorosa. Debido a la premura de tiempo, los cofrades usan traje seglar, confeccionando de inmediato los hábitos propios de esta cofradía, blancos con la Cruz de San Andrés y tres clavos al pecho.
La Junta de Gobierno de la Cofradía, en el momento de su fundación era: Hermano Mayor, D. Manuel Rubio Moscoso, Comandante de Estado Mayor que mando el Tercio de Requetés de Isabel la Católica; Camarera de la Santísima Virgen la respetable dama Dª Joaquina de Andrada-Wanderwilde y Pérez de Herrasti, viuda de Gómez de las Cortinas; siendo el resto de la directiva los siguientes señores: Vice-Hermano Mayor, D. Joaquín Dávila Valverde; Secretario, D. Pedro Amor Maldonado; Tesorero, D. Martín López Inchaurralde; Vice-Tesorero, D. Pedro Gómez Sierra; y vocales D. Alfonso Márquez Benavides, D. Juan Bertos Ruíz y D. Antonio González Ortiz.
Diversos acontecimientos pasan por la vida de esta fervorosa Cofradía, que hacen que durante algunos años, tenga que realizar su salida procesional el Lunes Santo, desde la parroquia de Santa María Magdalena.
Posteriormente y ante el derribo de la Casa-Palacio de los Tellos, la familia de Gómez de las Cortinas, decide trasladar a otro lugar y retirar para el culto interno a la sagrada Imagen de la Virgen Dolorosa.
Estas vicisitudes reactivaron el fervor de los cofrades, quienes, por suscripción popular, encargaron al escultor e imaginero de la escuela granadina, Don Aurelio López Azaustre, Profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Granada, una nueva imagen de Nuestra Amantísima Madre de los Dolores. Esta bella Dolorosa, propiedad de la cofradía, fue incorporada al culto y bendecida en la Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena por el Vicario General del Arzobispado y de la Santa Iglesia Catedral, D, Paulino Cobo González, estando auxiliado por el Cura-Párroco de dicha iglesia y Director Espiritual de esta Cofradía D. Alberto Gómez Matarín, trasladando con el rezo del Santo Rosario a la Santísima Virgen, hasta el Convento de San Antón, donde en una capilla de dicha iglesia conventual, recibía el culto de los cofrades y fieles devotos de Nuestras Señora, presidiendo como titular Mariana de esta Cofradía, el desfile procesional de penitencia, el Lunes Santo, día 27 de Marzo de 1.962.
Esta piadosa Cofradía, deseosa de tener Sede Canónica definitiva, lo solicita de Rvda. Madre Abadesa y Comunidad de Religiosas de la Orden del Cister del Monasterio de San Bernardo, quienes le han cedido altar y camarín, a la Sagrada Imagen de Nuestra Señora de los Dolores, todo ello se realizó bajo los auspicios, apoyo y aprobación del Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo de Granada, Don Rafael García y García de Castro.
Nuevos acontecimientos, hacen que esta Real Cofradía, tenga que buscar nueva sede canónica, ante la intención de venta del edificio por parte de la comunidad Cisterciense de San Bernardo, para trasladarse a otro convento de nueva construcción, así como el reducido número de monjas, avanzada edad y precaria salud de algunas, hacen que la Cofradía se dirija con fecha 15 de Junio de 1.995, «Día del Señor», al Sr. Cura-Párroco de San Pedro y San Pablo, solicitándole su conformidad, para que la parroquia sea nueva sede canónica y le conceda capilla, para dar culto público a la Sagrada Imagen de la Santísima Virgen de los Dolores. Con fecha 25 de Junio de 1.995, «Festividad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, el Párroco D. Enrique León Ruiz, dirige escrito, por el que acepta, en nombre de toda la Comunidad Parroquial, el cambio de sede canónica de esta Real Cofradía, y concede capilla, donde recibirá culto la Sagrada Imagen Titular, la Santísima Virgen de los Dolores. (Capilla lateral, frente a la puerta de entrada a la iglesia por la Carrera del Darro).
Con fecha 12 de Octubre de 1.995 «Día de la Hispanidad», la Cofradía dirige solicitud al Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo de Granada D. José Méndez Asensio, recibiendo respuesta con fecha 15 de Noviembre de 1.995, firmado por D. Manuel Montoya Vicario General del Arzobispado, autorizando el traslado de sede canónica a la Iglesia Parroquial de San Pedro y San Pablo. La cofradía toma posesión de la capilla, iniciando los trabajos de adecuación, pintura, etc., colocando desde dicha fecha un estandarte.
Al objeto de no ocasionar gastos extraordinarios, el traslado se efectuó el Lunes Santo, día 1 de Abril de 1.996, al regreso de la Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral, desde el Monasterio de San Bernardo, donde la Santísima Virgen de los Dolores y su Real Cofradía, fueron recibidos en su nueva sede canónica, por el Sr. Cura-Párroco de San Pedro y San Pablo D. Enrique León Ruiz, miembros de la Comunidad Parroquial y de distintas hermandades de la Parroquia.
Desde entonces, esta Real Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, viene celebrando sus actos y cultos en dicha Iglesia Parroquial, colaborando, como ya se venía haciendo con toda la Comunidad Parroquial.
La Real Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores ha sido erigida como Asociación Pública de la Iglesia Católica por Decreto del Cardenal Parrado, arzobispo de Granada con fecha 10 de marzo de 1.940