Cirio de Fe, Esperanza y Caridad. Corpus Christi: El pan del Cielo para la Tierra (junio 2024)

Mensaje de nuestro Consiliario Rvdo. Sr. D. José Gabriel Martín Rodríguez.

Queridos hermanos y amigos, cristianos cofrades. Queridos enfermos y hospitalarios.

No te importe fracasar, sigue intentándolo hasta que lo consigas. Hay veces que el cansancio o esa sensación de fracaso se puede hacer muy fuerte en tu vida y te hará abandonar quedándote resignado, abatido, desolado o enfadado contigo mismo o con tu entorno, porque no ha sido posible. Ten por seguro que el fracaso es parte de la vida y de nuestra condición, entre otras cosas porque somos limitados y no podemos con todo, por mucho que queramos.

Dios es capaz de dar vida al desierto, de confiar en el que le niega (basta con mirar a Pedro), de dar vida al que ha muerto, porque es lo frágil, lo débil lo que Jesús convierte en triunfo. Los momentos pasajeros, los deseos que te asaltan… no dejan de ser como los flashes instantáneos que te deslumbran y te impiden ver el horizonte que tienes delante de ti, tan prometedor y atrayente; es importante mantener la calma, esperando el momento adecuado, sin dejarte llevar por la inmediatez del momento. No quieras brillar más que el Señor, no te conviertas en ese “Adán” que prefirió dejarse engañar por la intriga de lo prohibido y rechazó la quietud del Edén; al contrario, da paso a Jesús para que vaya por delante de ti marcando el paso y las huellas que has de seguir.

mirar al cielo se convertirá en seguir las huellas de Cristo con fidelidad y determinación, para que tu llama de amor se reavive y brille con fuerza. Es tu nuevo amanecer, porque ante la belleza del sol naciente y el nuevo color del cielo que transforma la noche, estás llamado a descubrir la maravilla que trae el horizonte: ese límite entre el cielo y la tierra, lo humano y lo divino, tu cuerpo y tu alma que es donde el Señor se hace presente para que seas expresión de su amor y lo puedas ofrecer y compartir con todos los que están a tu lado.

Queridos hermanos y amigos comenzamos este mes de junio habiendo celebrado el Corpus Christi, prolongándolo en us Octava. Miramos al cielo y el Señor nos dice «Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre». Con aires de fiesta y de feria, comemos el cuerpo de Cristo,  para ser su Cuerpo en el mundo, como Iglesia de Dios. Si nos alimentamos de la entrega del Señor, es para ser hermanos unidos que se entregan mutuamente en el mismo amor. Ojalá y así como muchos granos dispersos lograron formar un solo pan para muchos hermanos, ojalá y así nos unamos para formar esa familia que ha de ser fermento de comunión en el mundo. Acerquémonos hoy al que nos sacia y llena el corazón. Corpus Christi, miramos al cielo.

Corpus Christi, comemos el pan vivo, bajado del cielo, Corpus Christi, el Señor nos reune en caridad. Corpus Christi, a esta es, ¡al cielo con Él! Corpus Christi, el Señor nos hace Caridad. A esta es, ¡al cielo con Ella!

Recibid un fraterno abrazo y el deseo de un mes saludable, santo, fecundo, pacífico, pacificador y esperanzador.

José Gabriel Martín Rodríguez