Mensaje de nuestro Consiliario Rvdo. Sr. D. José Gabriel Martín Rodríguez.
Queridos hermanos y amigos.
Como cada año, el 2 de febrero, coincidiendo con la fiesta de la Presentación del Señor, se celebra la XXVIII jornada de la Vida Consagrada.
La vida Consagrada siempre ha destacado por estar en las fronteras, en el límite, donde muy pocos llegan. Personas que no les ha importado dar su vida en cualquier situación por muy extrema que sea. Hombres y mujeres que sirven con sencillez al Evangelio, olvidándose de sí mismos e identificándose con el “Sí” de María, en silencio. Sosteniendo con entereza esa mano frágil…
Hoy quiero dar las gracias a toda la vida Consagrada, tan vinculada también a nuestras Hermandades y Cofradías, porque con sus carismas y misión, siempre han aportado una riqueza incalculable en una sociedad cada vez más egoísta e individualista, donde hombres y mujeres han sabido aceptar una invitación y fiarse como María, han sabido mancharse las sandalias de polvo para recorrer caminos, no siempre fáciles, contribuyendo a enriquecer la misión de una Iglesia difícil en estos momentos.
No dejemos de agudizar nuestro oído, porque en medio de la oscuridad y la tiniebla, siempre puede haber un rayo de luz, una mano tendida…
Gracias por vuestra entrega, vuestra generosidad y disposición continua a responder a la voluntad de Dios.
Siempre con mi gratitud también mi plegaria, que renovéis vuestro compromiso. “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad” con renovada ilusión y esperanza inagotable. Recibid mi felicitación y abrazo fraterno.