Acabada la jornada del 15 de septiembre, finaliza el sueño del cofrade, del devoto, del que mira a María con Amor filial, del que busca a María para llegar a Dios. En una jornada única e inolvidable, cumplimos con la tradición y la ilusión de ver a Nuestra madre Dolorosa y besar su mano con cariño y agradecimiento.
Mientras tanto, seguimos buscándola cada día de nuestra vida, en cada gesto, en cada situación. Con Ella y por Ella seguimos soñando en hermandad como si cada día fuese 15 de septiembre.
Compartimos la galería de imágenes que como cada años realiza nuestra hermana Cristina Bueno.