Mensaje de nuestro consiliario, Rvdo. Sr. D. José Gabriel Martín Rodríguez
Queridos hermanos y amigos, cristianos cofrades. Queridos enfermos y hospitalarios.
El próximo domingo 23 de julio, estamos llamados a «cabildo electoral» general, y se nos convoca a elegir al “hermano mayor”, presidente del gobierno de España para los próximos cuatro años. Los candidatos están dando los últimos pasos en estos días finales de campaña. Sé que analizar sus propuestas y antecedentes demanda tiempo y dedicación, pero vale la pena hacerlo por nuestro propio bien y el de la sociedad en su conjunto. Nuestra participación en las elecciones, a través de un voto informado, no es sólo un deber cívico sino también una de las mejores garantías de permanencia de la democracia y uno de los mejores modos de contribuir al bien común (cfr. Compendio de DSI, 190). Votar movidos únicamente por la simpatía o emociones que un candidato pueda suscitar en nosotros es lo que suele llevar a la frustración cuando, una vez elegido, nos damos cuenta de que nos equivocamos.
Participar como electores en la vida política, además, fortalece nuestra identidad como miembros de un pueblo concreto. Es una obligación moral de cuyo cumplimiento nadie debería sentirse exonerado. Por el contrario, en un ambiente cada vez más fracturado por las discordias entre los políticos y herido por la crispación social, el derecho a la libre elección de nuestras autoridades es un medio óptimo para que, ejerciéndolo de modo responsable y fraterno, cooperemos para hacer de nuestro país una tierra de esperanza y oportunidad para todos.
El Papa Francisco decía en el rezo del Ángelus del 15 de agosto pasado: “No son el poder, el éxito y el dinero, los que prevalecen, sino que prevalecen el servicio, la humildad y el amor. El verdadero poder es el servicio -no olvidemos esto: el verdadero poder es el servicio- y reinar significa amar. Este es el camino al Cielo. Este es”. Y agregaba: “¿Creo que amar es reinar y que servir es poder? ¿Creo que la meta de mi vida es el cielo, es el paraíso? ¿O me preocupo sólo de pasarla bien aquí, me preocupo sólo de las cosas terrenales y materiales?… El cielo está al alcance de la mano, si no cedemos al pecado, si alabamos a Dios con humildad y si servimos a los demás con generosidad” (15-VIII-2022).
Jesús en el evangelio nos propone un modelo de vida siendo servidores de los demás. «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos» (Mc 9, 30-37). Este valor del servicio desinteresado también debería estar presente en el ámbito político.
Necesitamos personas que busquen el bien común y la justicia; que miren más los intereses generales que los particulares; que se esfuercen por escuchar a todos y mejorar la vida de los que peor viven. En definitiva, necesitamos un modelo de política que acoja los valores evangélicos y sepa encarnarlos en el día a día para ofrecer una propuesta que regenere la política y sea cauce para una sociedad mejor. Aquí no entran las ideologías ni las ideas concretas hacia un lado o hacia otro. Lo que prima es el bien común, la justicia, el servicio, la entrega y el afán de construir un mundo nuevo, como aquel que Jesús quiere construir con su reino ya iniciado.
Miramos a nuestros Sagrados Titulares en sus bellas y variadas invocaciones y advocaciones. Con su intercesión pedimos al Espíritu Santo que inspire a los candidatos a puestos públicos a aspirar a la santidad, a ganarse el cielo, desgastando sus energías y capacidades en el beneficio integral de la comunidad, y que los libere de las tentaciones de sólo anhelar poder, dinero, fama y otros placeres pasajeros. Y apoyemos programas de formación de políticos que eleven la política a la dignidad que se merece, ser una expresión de amor, de caridad social.
Recibid un fraterno abrazo y nos vemos en la urnas del «cabildo elctoral» general del 23J.
José Gabriel Martín Rodríguez
Consiliario de la R.F.HH.CC. de Granada
Consiliario de la Hospitalidad Granadina de Ntra. Sra. de Lourdes