Mensaje de nuestro consiliario, Rvdo. Sr. D. José Gabriel Martín Rodríguez
Queridos hermanos y amigos, cristianos cofrades. Queridos enfermos y hospitalarios.
“En todos los trabajos se fuma”, dice una frase popular, y aunque cada vez sean más los que no fuman sí que es verdad que toda labor merece un descanso.
No es este compromiso de escribir y comunicar mensualmente un trabajo hecho reflexión, ni mucho menos. En el caso de este escritor y orador, tiende más a afición, a distracción que a otra cosa, pero también merece un descanso.
Llega el verano, llegan las vacaciones, y llega el cierre de ese invento que a mí no me gusta especialmente, que se llama “curso cofrade”, pero que reconozco que viene muy bien para tomar aire fresco y marino, alejarse de la cofradía y hermandad un poco y ver las cosas con perspectiva, retomando, en el inicio del siguiente, la actividad con ganas y con fuerza.
Es el momento de dejar la pluma, el folio y el micrófono por un mes.
¡Ahí queó, mis valientes!
¡Los cuatro zancos al suelo!
Se acaba otra chicotá
de este humilde consiliario,
torpecillo juntaletras
que quiere tomar resuello.
Antes que nos demos cuenta
el calor se estará yendo,
habrá pasado el verano
y llegará un curso nuevo,
misa de inauguración,
la Virgen de las Angustias
saliendo a su Carrera
y paseando por su Granada,
Nuestra Madre de Amores,
Ella, Reina Coronada
perfumando a su Granada.
Disfruta, hermano
disfruta amigo cofrade,
es hora que descansemos,
en unas pocas semanas
volveremos a leernos,
escucharnos y econtrarnos,
te lo dice un buen amigo,
palabra de consiliario.
Miramos a nuestros Sagrados Titulares en sus bellas y variadas invocaciones y advocaciones, y aclamamos: ¡Ahí queó! ¡Al cielo con Él!. ¡Ahí queó! ¡Al cielo con Ella!
Recibid un fraterno abrazo y el deseo de un mes saludable, santo, fecundo, pacífico, pacificador y esperanzador.