Mensaje de nuestro Consiliario Rvdo. Sr. José Gabriel Martín Rodríguez.
Queridos hermanos y amigos, cristianos cofrades. Queridos enfermos y hospitalarios.
María es la única mujer de toda la historia de la humanidad a la que Dios permitió nacer sin pecado original, la madre de Cristo y siempre Virgen, que fue asunta al cielo en cuerpo y alma. Tenemos 31 días por delante en este mes de mayo para dedicarlos especialmente a Nuestra Madre. Pero, ¿por qué el mes de mayo es el mes de la Virgen María? Si la Iglesia está celebrando la Resurrección de Jesús, ¿por qué se rinde homenaje también a María en este mes?
Esta tradición lleva tres siglos en vigor y coincide con el comienzo de la primavera y el destierro del invierno. El «triunfo de la vida» que simboliza la primavera es uno de los motivos por los que se sitúa en mayo el mes de la Virgen, Madre de la Vida, de Jesús.
Además, la presencia de este homenaje particular a María se corresponde con otorgar un sentido cristiano a este mes y en esta estación. La Grecia y la Roma clásicas también celebraban la llegada de la primavera. Lo hacían con festividades, oraciones y flores para Artemisa y Flora, ambas consideradas diosas de la fertilidad.
Esta tradición dio un vuelco en el siglo XII y cambió de página en el calendario. Nació la fiesta de «La devoción de los treinta días a María», que tenía lugar entre la segunda quincena de agosto y la primera de septiembre.
Dedicarle un mes exclusivo a la Virgen es una idea del siglo XVII. En esta época volvió a incluirse un culto especial a María en el mes de mayo, que es el que ha llegado hasta la actualidad.
La primavera y el mes de mayo presentan una naturaleza verde, en flor, con buen tiempo. Ese reflejo de la belleza de la naturaleza también habla de María, de su belleza y de su virtud.
La celebración de este mes de mayo es más que una tradición entre los cristianos, es un homenaje y una acción de gracias hacia quien es Nuestra Madre. Como «regalos» para Ella, se suelen hacer muchas cosas. Entre ellas, el rezo del Rosario, las ofrendas florales o la meditación de sus dogmas son algunas ideas con las que honrar a María en este mes de mayo. Ocasión propicia también, para por su intercesión, implorar a Dios, dador de todo bien, que nos bendiga con el don de la lluvia, que hace germinar la vida y los campos.
Miramos a nuestros Sagrados Titulares en sus bellas y variadas invocaciones y advocaciones, y aclamamos a la Virgen María, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. ¡Al cielo con Ella!.
Recibid un fraterno abrazo y el deseo de un mes saludable, santo, fecundo, pacífico, pacificador y esperanzador.