Mensaje de nuestro Consiliario Rvdo. Sr. D. José Gabriel Martín Rodríguez
Queridos hermanos y amigos, cristianos cofrades. Queridos enfermos y hospitalarios.
El 31 de diciembre pasado, cerrábamos el libro 2022, lo tomábamos entre las manos y lo entregábamos al Padre pronunciando tan sólo dos frases muy simples: “Gracias, Dios mío” y “Perdón, Padre bueno”. Dios, que es amor, siempre perdona y abre nuevos caminos a nuestra esperanza. Y nos permite escribir con toda libertad un nuevo capítulo de nuestra vida. Si lo que escribimos va acompañado de su mano y de su corazón tal vez al final del año 2023 que comienza nos sentiremos orgullosos de nosotros mismos. Para ello, la primera frase de este nuevo capítulo podría ser esta: “Jesús, José y María os doy el corazón y el alma mía”.
En cualquier caso, Padre nuestro, ¡te pedimos que nos llenes de tu bondad y de tu alegría, de tu claridad y sabiduría, de tu amor y tu misericordia, de tu bondad y tu optimismo, de tu fuerza y tu prudencia, de tu magnanimidad y tu clarividencia para iniciar el año nuevo con energías renovadas! ¡Regálanos un año 2023 feliz y pleno, y enséñanos a repartir felicidad!
Miramos a nuestros Sagrados Titulares en sus bellas y variadas invocaciones y advocaciones, y les pedimos un 2023 esperanzador, con nuevas ilusiones y espero que con la construcción de puentes entre personas e instituciones. 2023, un año por vivir, un año para enmendar errores, allanar lo escabroso y enderezar lo torcido; 2023, un año por delante para reflexionar y trabajar. 2023, un año para arrimar el hombro con la mejor armonía construyendo la comunión.
2023, Año de Gracia. 2023, Año del Señor. 2023, ¡Al cielo con Él!.
Recibid un fraterno abrazo y el deseo de un año 2023 saludable, santo, fecundo, pacífico, pacificador y esperanzador.
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