Mensaje de nuestro Consiliario Rvdo. Sr. D. José Gabriel Martín Rodríguez, con motivo de la Romería y Fiesta de Ntra. Sra. del Rocío.
Queridos hermanos y amigos, cristianos romeros y rocieros. Queridos cristianos cofrades. Queridos enfermos y hospitalarios.
La Virgen María fue sin duda una caminante ejemplar. Ya embarazada no tuvo inconveniente en trasladarse desde Nazaret a Eim Karen para ayudar a su prima Isabel. A punto de dar a luz caminó hacia Belén, y cada año por la Pascua acudía a Jerusalén. Y muchas más veces anduvo por los caminos. Su último y para nosotros rocieros conocido viaje ha sido el de su imagen desde la parroquia almonteña hacia su santuario en la aldea. La Virgen del Rocío, que salió romera y peregrina por los caminos sedientos con miradas de amor…
No negamos que la llegada de esta Sagrada Imagen pueda tener para algunos un mero componente folclórico o que supere los límites de la religiosidad popular, pero en el Pueblo de Dios la presencia de María es sencillamente la presencia de la madre. Nos complace saber que nunca han dejado de cumplirse las palabras del Magníficat: “Desde ahora me felicitarán todas las generaciones”.
La Virgen del Rocío está especialmente unida a nuestra tierra y devoción. Virgen del Rocío, Blanca Paloma, Reina de las Marismas, Madre del Divino Pastorcillo que sales romera y peregrina… tu tienes en tus manos la bendición divina, el Rocío de los cielos, la gracia del Divino Pastorcillo. En ti confiamos.
Miramos a la Virgen del Rocío, romeros y rocieros hacia la aldea. Miramos a la Virgen del Rocío, romeros y rocieros al encuentro con Ella. Miramos a la Virgen del Rocío, romeros y rocieros, todos ¡al cielo con Ella!.
Recibid un fraterno abrazo y el deseo de una plena y feliz romería.
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