CIRIO DE FE, ESPERANZA Y CARIDAD «RENACER» (OCTUBRE 2025)

Queridos hermanos y amigos, cristianos cofrades. Queridos enfermos y hospitalarios.

Recupera el campo el verdor perdido y comienza el nuevo ciclo de la vida tras el estío lo que parecía muerto vuelve a transmitir vida. Es una nueva oportunidad de llegar a la plenitud de lo que parecía extinguido.

Empieza la vida a abrirse paso. Como tantas actividades que tras el descanso del verano, renuevan su andadura. Una oportunidad de ser instrumento para hacer presente el Reino de Dios. Con algún cambio significativo o con la continuidad que ayuda a ahondar en las tareas ya iniciadas.

Nuevas metas, nuevos retos. Como la naturaleza ha de esperar que el agua temprana se complemente con más lluvia para no interrumpir el crecimiento iniciado, se ha de confiar en la continuidad y en el impulso de nueva fuerza para que llegue a buen fin.

Acompañar el buen inicio con una adecuada prolongación. Rescatar de una muerte segura mediante un cuidado oportuno. Ser sabia nueva que ayude a germinar, florecer y dar fruto. La vida necesita ser fortalecida y renovada. La tarea a realizar implica mucho de continuidad.

Crecer adecuadamente supone un esfuerzo de mantenimiento. De nada sirve un inicio esperanzador si no es acompañado de un continuo mantenimiento. De nada sirve iniciar una actividad pastoral si no es acompasada, animada y fortalecida. El ministerio pastoral implica cercanía y presencia continua.

Empezar es solo un paso, pero para llegar a la meta se precisan muchos. Cada día es un prolongar y dar concreción a la encomienda recibida. Cada día es preciso volver a nacer. El Reino de Dios no se mantiene vivo si no se le da vida cada día, si no se le deja nacer en cada oportunidad.

Renacer solo es posible si la semilla está suficientemente arraigada y regada. Sólo si ha caído en tierra buena a una profundidad adecuada y recibe el agua adecuada de forma continua dará fruto abundante. La semilla del Reino de Dios ha de renacer en nosotros cada día para que de su fruto. La labor pastoral implica el saber desvivirse para posibilitar que otros tengan mejor vida. Descubrir el morir a uno mismo como medio para dar vida más plena.

Renazcamos a nuestro ser PEREGRINOS Y MISIONEROS DE ESPERANZA.
A esta es, ¡al cielo con Él! A esta es, ¡al cielo con Ella!
Recibid un fraterno abrazo y el deseo de un mes saludable, santo, fecundo, pacífico,
pacificador y ESPERANZADOR. ¡Feliz Domund! Deseo y palabra de amigo y hermano, de consiliario y delegado.

José Gabriel Martín Rodríguez. Delegado episcopal para las HH.CC. de la Diócesis de Granada. Consiliario de la R.F.HH.CC. de Granada. Consiliario de la Hospitalidad Granadina de Ntra. Sra. de Lourdes