Mensaje de nuestro Consiliario Rvdo. Sr. José Gabriel Martín Rodríguez
Queridos hermanos y amigos, cristianos cofrades.
No pensaba escribir este mes, pero oigo una especie de grito angustiado por todas las esquinas de la tierra y la sociedad, mañana y tarde: no somos responsables…, no somos responsables…, no somos responsables… Un grito que escucho en cualquier tertulia, en todos los medios de comunicación y en los ámbitos sociales más diversos de nuestra vida. Un grito que es toda una denuncia a nuestro estilo de vida en medio de la pandemia. Un grito de alarma.
Leo, por otra parte, tres cartas pastorales de otros tantos obispos españoles que reflexionan sobre la pandemia y la responsabilidad. Los tres prelados insisten, con toda la fuerza de sus argumentos y su autoridad, en la responsabilidad ante la marcha de las cosas, en la urgencia de ser todos mucho más responsables.
Bueno será, en esta hora de vacaciones y más salidas para el turismo o el simple descanso, insistir en lo que es evidente y reclama el sentido común.
Es evidente que la pandemia sigue entre nosotros. El virus, lo queramos reconocer o no, no se ha ido a otros lares o confines de la tierra. Conviene saberlo para que no nos sorprenda ni nos pille desprevenidos. Significa vivir de acuerdo con esa realidad.
Es evidente que necesitamos un río inagotable de prudencia y responsabilidad. El triunfo sobre la pandemia será de todos o no será. Nadie puede pensar que va solo por el camino o que no le interesan los caminos de los demás. Vamos juntos. Es la hora de pensar y actuar como pueblo y sociedad, como familia; la hora de hacer nuestras las palabras del papa Francisco: “…que demos un salto hacia una forma nueva de vida y descubramos definitivamente que nos necesitamos y nos debemos los unos a los otros, para que la humanidad renazca… Nadie se salva solo. Estamos en deuda unos con otros. Todos hermanos” (Fratelli tutti, 35).
Miramos a nuestros Sagrados Titulares en sus bellas y variadas invocaciones y advocaciones, y les pedimos que vivamos derrochando prudencia y mucha responsabilidad. Con prudencia y responsabilidad, ¡más paso quiero!, con prudencia y responsabilidad, ¡todos de frente valientes!.
Recibid un fraterno abrazo y el deseo de un mes saludable, pacífico y reparador.
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