Queridos hermanos y amigos, cristianos cofrades. Queridos enfermos y hospitalarios.
El periodo estival ha comenzado con la llegada del verano. El curso lectivo ha llegado asu fin y las vacaciones ya comienzan a ser disfrutadas por muchos. Es necesario descansar,desconectar, cambiar de aires, hacer actividades que durante el año no podemos llevar a cabo,ir a la otra orilla para descansar un poco. No se trata de no hacer nada, sino de invertir el tiempo en otras cosas que puedan esponjar el corazón y descansar el cuerpo y la mente.
Este curso lo recordaremos todos por la muerte del Papa Francisco y la elección de León XIV como un nuevo sucesor de Pedro. Todo un acontecimiento eclesial del que todo el mundo estuvo pendiente y del que los medios de comunicación se hicieron eco de una manera muy intensa. El nuevo Papa, en estos pocos meses, nos ha hecho llamadas muy importantes ala unidad, a descubrir el gran amor que Dios nos tiene y a apostar por el diálogo y la búsquedade la paz en un mundo que está en guerra.
El verano es también hora de que todos aunemos fuerzas en pro de la evangelización.Ya no son los tiempos de esperar a que vengan a la Iglesia, sino de salir a buscar a todos aquellos que ya no vienen pero que tienen un deseo de búsqueda en su interior. Desde ahí,seamos corresponsables en nuestras parroquias y comunidades, sedes canónicas de nuestrashermandades y cofradías que se sienten llamadas a ser un lugar de acogida para todos. Así,cuando ponemos fin a un curso pastoral y cofrade, y hacemos balance para ir pensando en losacentos del siguiente, nos recordamos unos a otros que SOMOS FAMILIA, somos PEREGRINOS DE ESPERANZA y que debemos sembrar esta esperanza allá donde vayamos.Lo hacemos con debilidad, con miedo, con incertidumbre, pero también con la confianza puesta en Quien sabemos que nos ama.
Que este tiempo de verano pueda ser ocasión propicia para el encuentro sosegado y tranquilo con nuestro Dios y Señor.
Es verano, cogidos de la mano de la Virgen María, a esta es, ¡al cielo con Ella!, siendo tranmisores y PEREGRINOS DE ESPERANZA descansemos en el Señor, a esta es, ¡al cielo con Él!
Recibid un fraterno abrazo y el deseo de un mes saludable, santo, fecundo, pacífico,pacificador y ESPERANZADOR. Deseo y palabra de amigo y hermano, de consiliario y delegado.
