CIRIO DE FE, ESPERANZA Y CARIDAD PARA NUESTRA CANDELERÍA «ESPERANZADOR AÑO NUEVO 2025» (ENERO 2025)

Mensaje de nuestro Consiliario Rvdo. Sr. D. José Gabriel Martín Rodriguez.

Queridos hermanos y amigos, cristianos cofrades. Queridos enfermos y hospitalarios.

Al comenzar un Año Nuevo, lo primero que hacemos los cristianos es agradecer a Dios que nos haya regalado la vida y todas las gracias y bienes recibidos. Saludamos a todos con la sencilla expresión de FELIZ AÑO NUEVO, en la que manifestamos nuestro deseo para los demás y para nosotros. Para que se cumplan estos buenos deseos y esperanzas, confiamos en la providencia y en la acción de Dios y en la ayuda de los demás.

Pero no debemos quedarnos en meros receptores y deseosos de felicidad para los demás y para nosotros mismos. Somos también parte activa y hemos de sentirnos comprometidos y obligados a colaborar, según nuestras posibilidades, en la felicidad de los demás y en la propia, conforme a la voluntad de Dios. No podemos prever ni predecir, al comenzar el año, todo lo que en él nos espera y sucederá. Pero sí podemos, desde ahora, prepararnos y disponernos para responder recta y generosamente a lo que Dios nos vaya pidiendo. Con esta buena disposición, puede ayudarnos hacer un pequeño plan de vida para el año entrante, condicionado a lo que Dios disponga, que siempre será lo que más nos convenga, aunque a veces no lo entendamos y nos cueste aceptarlo. Es lo que hacen todos los que tienen un cargo, un oficio, un negocio.

También nosotros, como cristianos, al comenzar el nuevo año, hemos de hacer balance del año que termina para agradecer, consolidar y mejorar lo bueno y evitar lo malo. Pero, además, es conveniente que nos propongamos un plan y un programa, aunque sean sencillos. Algunos puntos los tenemos claros, como es cumplir honradamente con las exigencias elementales de nuestra condición de cristianos y ciudadanos y de nuestra profesión, oficio o consagración.

Pero, además, en cada año se nos presentan y ofrecen circunstancias especiales, a las que no podemos substraernos, como son en 2025, nuestra participación en el JUBILEO DE LA ESPERANZA, por lo menos, en el interés y en la oración, o nuestra mayor implicación y compromiso por el trabajo digno, la dignidad de toda persona humana… Irán surgiendo circunstancias que demanden nuestra responsabilidad, conocimiento, compromiso y acción en nuestro respectivo municipio, región autonómica, nación… No olvidemos la situación de falta de vocaciones de especial consagración, cuyo fomento es tarea de todos los cristianos y nuestro obligado interés participación y compromiso en la comunidad parroquial, diocesana y de la Iglesia Universal.

Con estas realidades y otras muchas más, que demandan nuestro interés, colaboración y compromiso, se nos presenta este ESPERANZADOR Año 2025, a esta es, ¡Al cielo con Él!

Recibid un fraterno abrazo y el deseo de un año 2025 saludable, santo, fecundo, pacífico, pacificador y ESPERANZADOR. Deseo y palabra de amigo y hermano, de consiliario y delegado.

José Gabriel Martín Rodríguez