El mes de noviembre es el mes que la Iglesia tiene para rezar por todos los difuntos que ya gozan junto a Dios de la vida inmortal. Es un mes que comienza con la solemnidad de todos los Santos, no solo los canonizados que ya tienen su día especial al año, sino de todos aquellos, que habiendo pasado el purgatorio ya descansan en el reino de los Cielos. El día 2, sí lo reserva la Iglesia para aquellos que aún se encuentran en el purgatorio.
Con este sentimiento, con la oración siempre presente por los hermanos que nos han dejado, con la mirada fija en nuestra Señora de los Dolores, sabedores de que a buen seguro ya se encuentran junto a Ella, nos disponemos a iniciar este mes. Para ello, como ya es tradicional, nuestra señora se presenta ya ataviada por Francisco Garví con terno negro en su capilla.
Fotografías: Francisco Garví.
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