Como es tradicional en nuestra cofradía, son muchas las citas a lo largo del curso en las que «tendemos nuestra mano» a los más necesitados con la colaboración siempre necesaria de los cofrades y devotos de la Virgen de los Dolores.
Siguiendo con la convicción de que amar a María es amar a nuestros hermanos, este año la vocalía de caridad ha cobrado un peso importantísimo en el acto de veneración y cultos del 15 de septiembre, como viene haciendo durante todo el año y más aún en tiempos de pandemia. Las ofrendas solidarias y los donativos han permitido atender necesidades específicas de alimentos, productos de higiene y material escolar que han sido repartidos por Cáritas parroquial de San Pedro y San Pablo y en el colegio Luisa de Marillac del Almanjáyar.
Además, se ha colaborado con la fundación RedMadre, de atención a embarazos imprevistos, con latas de leche de lactantes.
«Las palabras amables pueden ser cortas y fáciles de decir, pero sus ecos son realmente infinitos»…
Si de Amor estuvo impregnado el 15 de septiembre en su cara más solidaria, de amor y de «palabras amables» también estuvo cargada la felicitación que nuestro consiliario, don José Gabriel Martín, realizó a nuestra madre en el día de su festividad. Él fue el encargado de hacer pública la carta de amor que todos de forma privada llevamos dentro para nuestra madre en un día tan señalado; fue el encargado de darle voz a los sentimientos de todos los cofrades de los Dolores.
En su emotiva felicitación utilizó la famosa frase de cada Lunes Santo, «que se abran las puertas de San Pedro y San Pablo«, para recordarnos que «los Dolores» sale a la calle y que la asistencia a los hermanos que están pasándolo mal es el mayor y principal sentir de los que formamos esta cofradía.
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